La presa, es tan inocente, sin saber que sucede a su alrededor cautivada por el aroma del pasto, el sonido de las aves, y su ligera saliva rebosante, por el aire medio fresco...que ingenua, olvida la grandeza por un momento, por la simple prueba de su alimento, mientras es observada...muchos ojos quieren comerle...pobre pobre presa...esta atrapada en un mundo cruel, lo importante es que disfruta sus pocos minutos de vida, un poco apiadados...dulce ironía, color rojo de día, y verde de noche.
viernes, 7 de agosto de 2009
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario